tener muchos significados, aquí nos referimos al desapoderamiento del control eclesial, las confiscaciones, las restricciones a las comunicaciones y la ley sobre testamentos y pactos sucesorios.
En 1936 la mayor parte de las emisoras del Reich y Hamburgo suspendieron indefinidamente sus emisiones religiosas. El argumento fue que se tomaba la medida para no exacerbar la “lucha contra el confesionalismo en la vida pública”, que el Estado había resuelto a costa de tanto trabajo (¿?).
A los sucesivos allanamientos ocurridos del 36 al 39 le sucedieron una serie de medidas destinadas a expulsar del país a todo aquel religioso que resultara inconveniente al régimen. Tal el caso del Obispo de Rottenburg, Mons Dr. Sproll el 18 de julio de 1938, la excusa oficial indicaba que fue el único ciudadano de su distrito que no concurrió a las elecciones del 10 de abril (que teóricamente eran libres) faltando así gravemente a sus deberes cívicos. En la practica esto significaba lisa y llanamente la destitución de un obispo. Análoga situación se presento con el representante oficial del obispo de Münster en Oldenburgo. Canónigos de la talla de Kraus de Eichstaett grandes refutadores de los dislates del nazismo fueron “invitados” a abandonar el país.
Las expropiaciones, embargos, etc. a veces se acompañaban de alguna excusa oficial (que se “habían encontrado armas”, por “actitudes hostiles al estado y el pueblo”, etc. etc.)otras simplemente se procedía sin dar mayores argumentos. Los fondos destinados a la fundación de una Universidad Católica en Salzburgo fueron confiscados, los hogares parroquiales austriacos fueron ocupados por la Juventud Hitleriana. También se disolvió La Orden Religiosa Alemana, se despojó de sus edificios educacionales a las Hermanas de la Doctrina Cristiana de Eggenberg. Los destacamentos de las SS ocuparon el convento benedictino de St. Lamprecht. Varias escuelas fueron secularizadas y otras como las casas pertenecientes a la Congregación Cristo Rey fueron directamente cerradas. En Renania el convento de franciscanos de Kelheim fue acusado de “vivir con lujo” por haberse encontrado en su interior manteca, grasa, 30 botellas de licor y 60 atados de cigarrillos. Se prohibió también a las instituciones recibir cualquier tipo de donaciones, lo que obligó a emigrar a algunas ordenes mendicantes. Tampoco se salvaron las instituciones de salud, la expropiación del hospital de Duisburg propiedad de la parroquia de San José se decidió cuanto la dirección del citado nosocomio se negó a practicar un aborto. El 19 de diciembre de 1937 se dictó una ley sobre la oponibilidad a terceros de personas cuyos bienes habían sido confiscados por “actitud hostil hacia el gobierno” Lo cual restaba validez a la garantía hipotecaria de los edificios de la Iglesia. Así quien facilitó dinero a una imprenta y que más tarde fuera confiscada (por imprimir la encíclica “Mit Brennender sorge” por ejemplo) lo perdía a pesar de la garantía real.
Las autoridades seglares prohibieron determinados anuncios y colectas dentro de la Iglesia. Muchos sacerdotes fueron procesados por leer desde el púlpito las listas de personas que habían abjurado de su Fe. El 5 de noviembre de 1934 fue promulgada una ley donde se limitaban las colectas únicamente a las realizadas durante los Oficios Divinos en la Iglesia, para cualquier otra colecta, aún cuando fuera en especies, se requería un permiso especial que rara vez se concedía. Aún la gran colecta anual de Káritas fue prohibida. 22 Parroquias padecieron cargos por colectas encubiertas. Promediando el año 37 el ministro de Asuntos Eclesiásticos Kerrl anunció la suspensión de todo tipo de subsidios para la Iglesia Católica, Protestante y de Viejos Católicos, cuando paralelamente se aumentaba el volumen impositivo y de contribuciones minando así las bases económicas de varias confesiones y tornando critica la situación financiera de la Iglesia.
En el verano de 1938 la ley del Reich sobre testamentos y pactos sucesorios declaraba nulos de nulidad absoluta los legados y donaciones cuyos beneficiarios fueran instituciones de carácter religioso ya que según se decía estos podían haber sido inducidos. Y si a pesar de ello el testamento hubiera sido hecho ante un juez o escribano el heredero natural tenía derecho a impugnar su validez, con grandes posibilidades de éxito.
El 28 de marzo de 1941 Goebbels le comunicó al Ministro del Reich para asuntos religiosos lo siguiente: “La difícil situación en el mercado del papel, unida a la obligación de traspasar mano de obra de las imprentas a la industria bélica, me obliga a tomar medidas muy severas en el sector de la Prensa. Por lo tanto, he ordenado que toda la prensa confesional, con excepción de los periódicos que aparecen con carácter oficial, sea suprimida a partir de ahora y por tiempo indefinido” Sobre 580 periódicos fueron suprimidos 400. La prensa deportiva o la anticristiana como Nordland, apenas sintieron el impacto. No era necesario enfrentar directamente a las confesiones y echarse encima gratuitamente a millones de cristianos en todo el mundo, según su punto de vista en política había que saber esperar, tras la guerra, victoria mediante como era lógico, cuando el Führer diera a conocer las grandes medidas de tipo social, comunicaría también que la propiedad total de los bienes de las Iglesias pasaban al pueblo alemán.
DESACREDITACIÓN:
El Schwarze Korps, órgano oficial de las SS editorializaba: “…nosotros no tenemos más confianza en vuestra moral. Nosotros temblamos por la juventud que os es confiada, por los seres encomendados a vuestros cuidados, por la fortuna del pueblo que administráis” “Es el soplo pestilencial de un mundo de podredumbre que se nos manifiesta aquí y que hace subir hasta el cielo su hediondez. Queremos hablar de los escandalosos acontecimientos, de los que son teatro las esferas religiosas y los conventos que nos presentan el registro completo del crimen desde el perjuro hasta el incesto pasando por el crimen sexual. Y ¿qué pensar todavía de todo lo que ha podido suceder detrás de los muros de los monasterios y en las filas de la confraternidad romana que no ha salido fuera y que no ha sido castigado por la ley?”
El descrédito moral que se pretendió afianzar en la población surgió de resonantes casos judiciales que derrocharon tinta en cuanto pasquín circulara por Alemania. Dos fueron los casos testigo para esta ocasión: la violación a la ley de divisas y el escándalo sexual.
Violación a la ley de divisas
En abril la Gestapo se dedicó a secuestrar información contable de las ordenes y monasterios. Un mes más tarde, el 17 de mayo de 1935 se iniciaba en Berlín el primer proceso por fraude fiscal contra Catalina Wiedendörfer religiosa de la Orden San Vicente de Paul. Se la acusaba de transferencia de fondos de la Casa Madre en Colonia hacia Bélgica por valor de 250.000 marcos. Al día siguiente un impresionante operativo de prensa muy típico del ministro Goebbels se puso en marcha. El Angriff, segundo diario de circulación del partido titulaba: “Trabajos forzosos para estafadores devotos”, “Blasfemia infame” o: “Conventos de monjas transfieren con astucia millones de divisas al extranjero”, 5 días más tarde se abría otro proceso contra la Orden Franciscana y el P. Otto Goertler; y el 22 de mayo el Das Schwarze Korps encabezaba: “Chanchulleros eclesiásticos de divisas y mártires clericales”y el Volskidcher Beobachter comentaba que “…la nación alemana era defraudada por los criminales de sotana”. Los procesos que siguieron fueron del mismo estilo, y se comentaba que la cifra total era el equivalente al monto necesario para satisfacer las necesidades de materias primas que tenía la Alemania de entonces.
Demás está aclarar que estos procesos tuvieron sentencias adversas, la hermana Wiedendörfer fue condenada a 5 años de trabajos forzados, una multa de 250.000 marcos o 14 meses de trabajos forzados en caso de insolvencia, el R.P. Goertler fue condenado a 10 años de trabajos forzados, 5 años de pérdida de derechos civiles y 350.000 marcos de multa. Muchos casos fueron absueltos pero los pocos que terminaron en condena estaban teñidos de arbitrariedades, a saber:
1) La “denuncia” de que por intermedio del Dr. Hofius – consejero financiero de la mayor parte de las ordenes afectadas- el capital judío había contribuido a financiar los “planes” de la Iglesia Católica. (¿?)
2) A pesar de ser causas que tramitaban por “tribunales inferiores de jurados” y por tanto se podían fijar fianzas o cauciones, hubo varias detenciones con prisión preventiva negando dicha excepción.
3) Las condenas no contemplaron ningún tipo de atenuantes
4) No se concedía tiempo suficiente a la defensa para entrevistarse con el acusado, ni para el análisis de los documentos.
El escándalo sexual
En marzo de 1936 el mismo procedimiento: allanamiento y secuestro por parte de la Gestapo y posterior denuncia darían un nuevo giro al torniquete de calumnias que se extendía por toda Alemania. El primero de ellos se iniciaría en Coblenza contra los miembros de la congregación Waldbreitbach perteneciente a la Tercera Orden Franciscana dedicada al cuidado de alienados, epilépticos e idiotas, el cargo sería por atentado contra las buenas costumbres.
La DNB agencia noticiosa oficial informaba: “Hoy comienza en Coblenza un proceso contra más de 200 miembros de la Orden de Hermanos Franciscanos acusados de los peores crímenes de