Galicia tierra de meigas y hechizos, cuenta la leyenda que esta hierba se tiene que coger la noche de San Juan, noche mágica y hechicera y de una manera discreta debe hacerse llegar a la persona querida (p.ejem. colocándosela en un bolsillo sin que se dé cuenta, o debajo de la almohada) y la hierba se encargará de enamorarla.
Ritos siempre hubo para enamorar al amado o amada desdeñoso. Las aguas, el fuego, las flores y las hierbas, formaban parte de la magia que atraía el amor.
La hierba de namorar o namorareira se encuentra cerca de los acantilados, al desamparo de los vientos y el frío marino. Esta hierba tiene unas flores claras y menudas, de pequeños y finos pétalos que bailan, sin desprenderse de sus tallos, al son de los fuertes rugidos del viento cuando se enfrenta al mar picado. Ellas resisten, pequeñas y valientes, quizás gracias al secreto que guardan en su mínimo corazón de flor, seguramente se alegran cuando una mano las corta, con cariño e ilusión, pensando en conquistar el alma tímida de un amor imposible.
Hay quien dice que su efecto es tan eficaz que no existe antídoto capaz de deshacer el amor que su ayuda provoca.
(gracias Marisa Gabin por la "receta")