Pensamientos De Amor Iv

Pensamientos De Amor Iv

Pensamientos de amor IV

Me detengo ante la soledad inmensa en que nacen las palabras que brotan de un sentimiento, donde se echa de menos un te quiero, lugar que dejamos al olvido y que se pierde hasta que surge un suspiro y entendemos el por qué. Amar, es la necesidad de tener, compartir, querer y desear. Estamos hechos de a par y la fata de una voz es enemiga, cuando con y de ella nos queremos consolar.

Escribir reflexiones o pensamientos no es proyectar toda una vida, quizá, son sólo instantes, un sueño, un deseo, una creación momentánea, un acto fallido y tantas otras cosas más. Mi propia vida es diferente, sencilla, oculta, tranquila, latente, soñadora, esperanzada. Acostumbrada a ver más allá de la verdad, a escuchar entre líneas, a leer sobre las huellas que mantiene el pasado. No lo sé, vivir es tan complejo que uno se pierde en la maraña de un segundo.

Las palabras tienen vida propia, ellas, no reflejan una vida permanente, se las da, el que las lee, ese ser humano que le sabe otorgar el color que siente, el calor que requiere, el amor que desea, la pasión que en él brota y hasta en muchas ocasiones, la pena que renace y saca de los recuerdos tristes, que se quedaron con uno y que jamás se van.

La palabra a veces es el consuelo al que nos asimos para no ahogarnos en la triste realidad que a veces vivimos, ellas son sentimientos impresos en el alma difíciles e imposibles que estas desaparezcan pues ellas forman en conjunto su propio e inmortal ser. Ellas, nos ayudan para reflexionar, madurar y hasta para sentir una mano amiga, cuando la nuestra se cubre del frío que ejerce la soledad.

La madurez va de la mano de la contradicción, con la realidad de los demás, uno, no puede marcar un camino y suponer que el mundo se guíe y ande por él. No se puede pretender que los logros en la vida, son consecuencia directa de uno mismo, …los demás existen. Ellos son los que convierten en realidad nuestros sueños. Samuel Akinin

En la dicotomía en que nos imbuimos cuando nos analizamos, sabemos que existimos como hombre o mujer, que somos padres, madres. Descubrimos que esas piezas no están divididas, tampoco se pueden unir, porque aún habiendo sentimientos, ellos, de haber sido rotos, no lo pueden hacer por el dolor que se produjo al romperlos y por la huella de dolor impresa en el alma.

Quise existir como ser diferente y tropecé. Creí en poder dar felicidad, compartir alegrías, ser alguien más. Encontré barreras, campanas de cristal que dejan ver pero no permiten andar. Es como estar en una celda cubierta de un velo, con cadenas que no nos dejan actuar. Quizá fue el propio sentir, el que no permitió hacer o el dolor favoreció a que dejara de vivir.

Menos mal que existo como padre, en ello reflejo todo lo que siento. Tal vez decirlo, sea como expresiones del alma, son lágrimas del dolor del amor. Son sentimientos detrás de las murallas en las que vivo, y miro que en ellas viven mis hijos. No estoy solo, sé que está oscuro, también que el egoísmo humano no deja ver las luces que en el techo del cielo cada noche nos regala Dios.

El olvido es a veces la cura al dolor de un desamor. Olvidar no siempre queremos, pues nos acompaña su imagen, una ventana de colores, un mensaje, una palabra, una caricia, muchas cosas …todo junto sigue siendo el regalo preciado, que no sabes me diste y, que con amor yo me quedo. Samuel Akinin Levy

Quienes somos para analizar el tiempo. El tiempo es la joya más preciosa con la que cada uno de nosotros cuenta, es la riqueza de una o muchas experiencias acumuladas, es el aprendizaje en el que recibimos casi sin dar, en el que nos comparten sin reclamos, el que nos deja ser y, estamos. Al final y sin dudas, es lo único que me separa de ti.

samuel akinin levy