
Poemas Entre El Amor Y La Guerra
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Poemas Entre El Amor Y La Guerra
Posteado: 05/08/2009 |Comentarios: 0
| Vistas: 217
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Poemas Entre El Amor Y La Guerra
Sobre el Autor
Poeta, escritor y narrador Colombiano nacido el año de 1960. Escribo desde los once años. La triste realidad de mi pueblo, la prolongada guerra que parece no tener fin han dejado en mi piel y en mi alma un estigma que no se cierra, que día a día se ahonda al ver las lagrimas de aquellos que de una forma u otra han sendtido los rigores del silencio de la noche vestida de fusil, de muerte; de aquellos que deambulan por las calles en busca de un pedazo de paz…de los que todo lo han perdido. Escribo sobre el dolor y el desamparo de la humanidad, sobre la crueldad de aquellos que nos empujan a la guerra. Hago parte de algunos movimientos de escritores a nivel Mundial como a nivel Nacional.
(Articuloz SC #1100782)
Fuente – http://www.articuloz.com/poesia-articulos/poemas-entre-el-amor-y-la-guerra-1100782.html
SINO FUERAS TÚ
Trigo de piel, trigo de luna
sino fueras tu, yo te amaría de igual forma que te amo
ahora, en este instante, en este rocío.
Hoja de cielo, blanca y marchita,
sino fueras tu yo te amaría antes de que caiga la noche,
como cae la gota de agua cristalina.
Sino fueras tú la luz del universo
que crepita en el árido desierto,
amada mía yo te amaría desde la punta del iceberg
hasta la hora dormida.
Luna de cascabeles, de estrellas fugitivas
en tus manos el cielo, azul,
nube de viento tardía.
Sino fueras tu de igual forma de amaría,
siendo como eres te amo y te
amaría,
sino fueras tu candil que me vivifica.
Sino fueras tú el perfume que agita las olas del mar.
Sino fueras tú el arrecife donde se pierden las mariposas heridas,
yo te amaría y en tu piel gravaría un arco iris de rosas.
Sino fueras tú de igual, de la misma forma,
en este cielo, en esta hora yo te amaría,
mi buena amada.
PRADERAS DE TEMPESTAD
Lloran los ríos con las lágrimas de los muertos
gimen los árboles al verlos pasar
¿Hasta cuando esta guerra de sol y viento
sobre las praderas de la tempestad?
Sauces que corren por el agua
en busca de una playa,
manos del ser querido que se agita,
pecho que se llena de nostalgia
¿Hasta cuando esta batalla de invierno y cielo,
hasta cuando la lúgubre soledad?
Unión de soledades en los confines del silencio,
partido y desgarrado por el grito del ser amado
que clama piedad.
¿A dónde van a parar
los muertos,
nuestros muertos de la estrella cristalina?
Vos del pájaro que canta en la montaña
Vos del ancestro que gime y clama bondad.
Arenal y acantilado sobre sus cuerpos desechos,
gavilán que vuela al infinito cuajado de misterios.
¿Hasta cuando la vos del niño resonara en la memoria
y manchara de lagrimas las hojas blancas de la historia?
ESTERTORES DE LA MUERTE
Como perros de caza nos devoramos en la antesala
de la historia,
haciendo de la faena la tragedia del ser
en medio de la nada.
Sufre la humanidad los estertores de la muerte
y se precipita al
precipicio
de manera irremediable.
Valle de sentimientos marchitos.
Jaula de pájaros de fuego en los molinos del tiempo.
Árbol de hojas marchitas sobre la hojarasca
de la sangre,
sangre de inocentes, sangre que evoca y grita,
sangre que clama liberación.
Sordo rumor de cañones, de fusiles, de metralla.
Explota la carne y se disemina el dolor y el desconsuelo.
Se abre la tierra y ruge en su dolor nauseabundo.
Gime, gime la antorcha en las manos del afligido y llora
el viento de la tarde sobre el ocaso de los sueños.
Estela de sangre y lágrimas derramadas sobre el suelo.
Horizontal fue el grito, vertical fue el dolor
cuando la muerte avanzo sobre el campo de tus ojos,
sobre la pradera de tu vientre y profano la vida.
Espectro sangrante en la antecámara de tus días,
vendrá la muerte, la sombra nos cubrirá de sufrimiento
y el niño volara al infinito.
EN CAUTIVERIO
Noche que canta en su desvelo,
Melodía ungida de su destierro.
Secuestrado esta su corazón, el halito de su voz,
Todo su cuerpo.
Desamparo en su aridez y en su silencio.
Secuestrado esta en la soledad inmensa de su desierto.
Selva de gemidos y colores que te rodea,
Que le subyuga como fantasmas.
Oh noche de esplendorosa aparición que invade su tormento.
Voz que clama y enmudece en su dolor y en su impotencia.
Fusil de boca negra que te vigila,
Fuego al fuego, terror al clamor de su pasión dormida.
Maremoto intacto sobre tu piel que se calcina de dolor.
Abigarrada estera de lágrimas reprimidas.
Sentimiento que vuela en el espacio y en el tiempo.
Carabela en llamas de su amor,
Mar que ruge en su
tormento.
Tus días son eternos en la cúspide del encierro.
Recipiente de lúgubres estrellas que invaden tu pasión
Por la libertad, por el aire, por el viento,